lunes, 10 de noviembre de 2014

Bruxismo: Mito o realidad


El Bruxismo es una parafunción caracterizada por el apretamiento y rechinamiento dentario durante el sueño o vigilia, sin ser conscientes de ello. Esto puede suceder tanto durante el día como durante la noche. Hay algunos desacuerdos sobre la causa del bruxismo, considerándose de origen multifactorial, de los cuales se distinguen los factores periféricos (morfológicos) y factores centrales (patofisiológicos y psicológicos), siendo estos últimos los que se consideran en la actualidad con mayor incidencia del Bruxismo.

Algunas personas probablemente aprietan sus dientes y nunca sienten síntomas. Generalmente, apretar los dientes puede ejercer presión sobre los músculos, tejidos y otras estructuras alrededor de la mandíbula. Los síntomas como el Stress y alteraciones del sueño pueden causar problemas de la articulación temporomandibular (ATM) y desgastes en los dientes.


Otros de los síntomas presentes se encuentran:

  • Ansiedad, estrés y tensión
  • Depresión
  • Fracturas y desprendimientos de restauraciones
  • Dolor de oído (debido en parte a que las estructuras de la articulación temporomandibular están muy cerca del conducto auditivo externo y a que usted puede percibir dolor en un lugar diferente de su fuente, lo cual se denomina dolor referido)
  • Trastornos alimentarios
  • Dolor de cabeza
  • Sensibilidad muscular, especialmente en la mañana
  • Sensibilidad a las cosas calientes, frías o dulces en los dientes (debido al desgaste existente en los dientes)
  • Insomnio
  • Dolor o inflamación de la mandíbula

Los objetivos del tratamiento son reducir el dolor, prevenir el daño dental permanente y disminuir el rechinamiento de los dientes lo más que se pueda. Para prevenir el daño dental permanente es necesario un procedimiento clínico realizado por un odontólogo especialista donde intente restaurar el desgaste ocasionado por la enfermedad. Existen diversos tipos de tratamientos odontológicos para estos fines desde restauraciones directas en resina y la reconstrucción de las piezas con coronas dentales fijas con la intención de restaurar la oclusión o mordida de ese paciente y la estética dental.


Para evitar daño a los dientes, a menudo se utilizan protectores bucales o aparatos neuromiorelajantes (férulas) para el tratamiento del rechinamiento y apretamiento de los dientes y de los trastornos de la articulación temporomandibular. Una férula puede ayudar a proteger los dientes y las restauraciones presentes en los dientes de la presión del rechinamiento, y a relajar la mandíbula de la parafunción existente.





Si ha de presentar algunos de los síntomas, antes mencionados, puede comunicarse con su dentista de cabecera o puede dejar su comentario y le aclararemos cualquier duda concerniente al tema.




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